Una revisión de los datos procedentes de 68 estudios, realizada por el centro de investigación sobre la intervención clínica de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), que incluyó ensayos con 232600 participantes, llegó a la conclusión que algunos complementos antioxidantes que se indican para tratar enfermedades podrían en realidad aumentar el riesgo de muerte.

De acuerdo con el análisis, publicado en el Journal of the American Medical Association, el consumo excesivo de antioxidantes no solo no es beneficioso, sino que algunos de ellos (betacaroteno y las vitaminas A y E) elevarían levemente el riesgo de muerte. Sin embargo la publicidad es cada día más agresiva, sobre todo en alimentos que se comercializan a precios excesivos sin ninguna justificación, incluso aduciendo propiedades casi milagrosas.